sindrome de down jalisco ac
Sentimientos
No es mejor ni peor sentirse de una forma u otra. La aceptación de lo que sentimos es una parte de este proceso que no puede ser acelerado a pesar de las ganas que tenemos de superarlo. Pues cada persona es diferente y supera las cosas de diferente manera y a diferente tiempo. Los estados de ánimo por los que pasamos variarán desde la tristeza, negación, culpabilidad, rabia, frustración, hiperactividad o depresión, hasta la alegría y aceptación, y podrán regresar pasado un tiempo. No te desalientes, es normal que esto suceda.
Tristeza: Algunos padres pasan un proceso de duelo porque el hijo soñado y esperado no es como lo habían soñado e imaginado. Poco a poco, van aceptando al bebé, gracias al contacto y a su demanda de cuidados y cariño. El sentimiento de tristeza puede volver más adelante, incluso cuando pienses que está superado, pero se irá difuminando con el tiempo y un día, quizás antes de lo que esperas, comenzaras a disfrutar plenamente de tu hijo.
Negación: Es una de las reacciones más comunes. Sentir que este problema no está ocurriendo («esto no me puede pasar a mí»), los médicos están equivocados, aun y cuando tenemos el resultado del cariotipo muchas veces seguimos pensando que todos están equivocados, pero esto es normal pues es un recurso psicológico que nos permite tomaros un tiempo antes de ser capaces de afrontar la situación real.
Culpabilidad: No olvides nunca que el hecho de que tu hijo nazca con síndrome de Down no es culpa tuya ni está condicionado por factores externos o ambientales. Esta alteración genética se produce de forma aleatoria en 1 de cada 600-700 concepciones que se producen en el mundo. Lo peor que podemos hacer los padres es sentirnos culpables o culpar a nuestra pareja pues en ese momento lo que tenemos que hacer es apoyarnos y estar más unidos que nunca para superar juntos la situación por la que estamos pasando.
Rabia y frustración: “¿Por qué me ha tocado a mí? ¿Qué fue lo que hice mal para merecer esto?» Los sentimientos de rabia o frustración son también muy comunes. Y se aliviarán conforme vaya transcurriendo el tiempo y veamos que nuestro hijo es igual a cualquier otro y es entonces que seremos conscientes de que nuestra energía y optimismo son vitales para el desarrollo y bienestar de nuestro bebé.
Depresión: Si el sentimiento de pena es muy fuerte y se sienten desamparados y abrumados por esta situación, es posible que se produzca una depresión. En este caso es conveniente buscar la ayuda de un psicólogo o experto que los oriente. La familia y nuestra pareja serán también puntos de apoyo fundamentales para superarlo.
Hiperactividad: Otra reacción frecuente en muchos padres es la de ocuparse en multitud de tareas para no afrontar sus sentimientos. Internet ofrece una fuente inagotable de datos que pueden ser excesivos para los primeros momentos. Dedicar todo nuestro tiempo y energía a recabar
información acabará agotándonos, por lo que conviene continuar con nuestra rutina: pasear, ir al cine, cenar con amigos o viajar les ayudará en este proceso.Alivio y alegría: Superado el desconcierto inicial y con la asesoría de otros padres o expertos, podrás sentir cierto alivio al conocer las aptitudes y posibilidades que las personas con esta discapacidad, pueden lograr pues con el apoyo incondicional de los padres pueden lograr lo inimaginable, así que prepárense para sentirse llenos de alegría por la nueva vida que les espera.
Aceptación: Pasado un tiempo asumirá la nueva situación y estarás en condiciones de disfrutar de su bebé. Y con el paso del tiempo te darás cuenta de que todo lo malo que imaginaste no fue real y que ahora paso a paso tendrás una actitud positiva y creativa para ofrecer al niño diferentes oportunidades de aprendizaje ya que serán básicos para su desarrollo y bienestar.
Papas recuerden se vale llorar, gritar, culparse, volver a llorar y volver a gritar…. Pero después de todos esos sentimientos encontrados SE VALE PERDONARNOS y darnos cuenta que nuestro hijo vale más que cualquier diagnóstico y es ahí donde tenemos que limpiarnos las lágrimas mirar a nuestro hijo abrazarlo y AMARLO. Luchar por él y para él.
Ayúdanos a crear un mundo mejor
Si tienes dudas, comentarios o te gustaría donar.